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Home > Licuadora  > BTL  > Mis Fracasos más Exitosos

Aletse Figueroa – Directora de Producción

Llevo en la industria del btl más de 20 años, enfrentando el rush de la urgencia y bajo presupuesto.

Las frases más comunes que he escuchado después de que nos piden entregables “extraordinarios” son: no hay tanto presupuesto y es urgente.

Como agencia abordas estos proyectos, la juventud y la necesidad de tener trabajo para sostener tus gastos te empujan a decir SI. Y aceptar es sinónimo de que tienes y debes cumplir bajo cualquier circunstancia.

Comenzamos con el efecto dominó en donde requieres que todos aquellos que se unan a tu batalla sean castigados con un menor mark up. Comienzas con el reclutamiento de guerreros (equipo y proveedores) que invitas a que confíen, a que vean el escenario positivo donde todo se puede lograr, aunque matemáticamente no sea posible.

He fracasado en dos misiones importantes en este mundo de la publicidad y mkt: un mapping para un evento de lanzamiento y la construcción de un stand, ambos proyectos para clientes importantes. 

Este fracaso no fue evidente a la mira de los espectadores, sin embargo, mis clientes y el equipo de la agencia sabíamos que tuvimos un trágico resultado. No cumplimos con lo pactado y  tuvimos una pérdida económica considerable con las penalizaciones que obviamente tuvimos que absorber. 

 Después de una gran depresión al darme cuenta que mi filosofía de “si salimos”, “si se puede”, “resolvemos”, no fue la más funcional, me di a la tarea de analizar y encontrar factores que en conjunto nos llevaron a este resultado: POCO TIEMPO + POCO PRESUPUESTO + ACEPTACIÓN DE CAMBIOS DE ÚLTIMO MOMENTO. Quiero dejar claro que la responsabilidad total fue mía, una cosa es encontrar los factores que te llevaron a no dar el resultado, pero sin eximir que tendrías que haber hecho un análisis para saber hasta dónde podíamos lograrlo. En estos dos proyectos yo tenía el objetivo de obtener una utilidad mínima y nunca pensé modificar esa fórmula y bajar la utilidad porque en realidad era lo mínimo requerido para poder cumplir con dar anticipos, con dar liquidez y aguantar el crédito de estos grandes clientes, yo sabía que era nuestra entrada para trabajar con estos monstruos, sin darme cuenta que a veces esta aceptación sin análisis es tu camino hacia la salida. Siendo joven te cierras a encontrar  mas posibilidades, diferentes caminos que puedes explorar, encontrarlas te lo da la experiencia y los años.

Hoy volteo hacia atrás y reconozco que gracias a estos fracasos he entendido la importancia de poner límites y ser claros con lo que podemos materializar. Las matemáticas no mienten y hay que hacer uso de ellas para visualizar alcances. Todo se puede, pero hay que conjuntar todos los factores que nos ayuden a lograrlo.

¿Sigue el rush? Si.

¿Siguen proyectos con fórmulas de bajo presupuesto y poco tiempo? Si.

¿Piden cambios de último momento aún cuando son claros los dead lines de cada proyecto? Si.

Tal vez esto no va a cambiar, pero lo que sí sé puede es elegir nuestros compromisos, si bien un fracaso puede concientizarnos, ningún cliente o proyecto elegido merece errores. Hay que seleccionar, comprometernos y crear, seamos administradores, creadores y sigamos haciendo ideas realidad.