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Home > Licuadora  > BTL  > ¡?Dinero a Madres! ?

Laura Trejo | Project Manager

El problema no es maternar, el problema está en maternar solas. Y no hablo de una pareja sino de un sistema económico y socio-cultural en el que ser madre significa quedarte fuera de la jugada porque hacen falta espacios y nuevas formas que sostengan a las mujeres que decidimos maternar y nos caiga el dinero a madres. 

Estos son los desafíos laborales que en estos 10 años he atravesado en el tema laboral: 

A los 23 años tuve una escuela de pole dance junto con mi hermana, mi “primer bebé”  el problema es que yo estaba a cargo de la operación, clases, entrenamiento etc. y mi primera hija fue embarazo de alto riesgo. Y aquí comienza el desafío con mi primer embarazo.

Siempre suceden cosas fuera de nuestro control. La cosa aquí es siempre qué hacemos con ellas. 

Aún si eres una mujer emprendedora, al no tener prestaciones y tener un trabajo que implique un esfuerzo físico, debes parar porque de ello depende tu salud y la del bebé. Pero las cuentas no lo hacen, cómo se puede cubrir una situación así?. 

Estudié economía, y después de mi primera hija, posterior al haber dejado la sociedad con mi hermana, entré en una etapa de incertidumbre profesional y sobre el futuro de mis sueños y patrimonio pues nunca lo dejé en manos de una pareja, y aunque en ese momento no producía nada, tampoco me faltaba nada, mantenida por 2 años (qué oso amigues), pero lo agradezco, yo sabía que quería ser productiva, necesitaba dejar de hablar de berrinches y pañales para desconectar mi mente, para crear y sentirme yo de nuevo. 

Y aquí vino el desafío 2, buscar empleo con 2 años de pausa profesional. 

En un currículum existen espacios de tiempo vacíos por la maternidad. 

Y eso puede restarte o sumarte puntos ante un entrevistador, (dependerá de su perspectiva y empatía), en la mía de madre, pienso que indudablemente desarrollas otras habilidades con la maternidad. Tolerancia, resolución de conflictos, comunicación y hasta te haces multitask 24/7.

Afortunadamente y después de muchos filtros muy peculiares, me contrataron en GOOGLE. Yo no lo podía creer, era el paraíso Godín. Me sentí feliz, realizada y comencé un camino en las ventas que amo. Crecí mucho, aprendí de ventas B2B de MKT Digital y estar con más gente y hablar era una terapia para mí. Pero indudablemente sentía una piedra en el zapato que no dejaba de sentir. Sí, así como leíste, el  horario completo y los traslados eran horribles, salía de mi casa 6:30 am y llegaba como 8 pm; aquí llegó otro desafío que no me esperaba:

Dejar a tu hijo en una guardería tanto tiempo, te llena de culpas. Y entras en una lucha interna ¿esto vale la pena? Yo ahí trabajaba también para pagar gasolina, guardería y no quedarme atrás en lo profesional, pero entonces comencé a tener dudas, amaba lo que hacía pero odiaba no estar con mis hijas. 

Me fui a los extremos de estar 24/7 a no estar más que para dormir. 

Al final de mi segundo embarazo tuve un padecimiento en donde la placenta se acabó antes, así que me mandaron a cama casi un mes antes del parto, aquí también aprendí algo muy duro: la incapacidad laboral normalmente te la dan cuando tú estás enferma pero no existe nada cuando tienes a un hijo enfermo, ahora ¡imagínate cuando nacen prematuros!

Yo conocí en el hospital una mami que su bebé nació dos meses antes, su bebé estuvo hospitalizado 4 meses y casi no lo podía ver en el hospital porque tenía que trabajar y los horarios de visita no coincidían ¿Qué situación no?

“Esperamos que la mujer trabaje como si no tuviese hijos y que críe a sus hijos como si no trabajara” (Amy Westervelt).

Mi segunda hija estuvo hospitalizada un mes por un problema en el corazón y yo elegí (porque aún no era madre soltera) volver a hacer pausa laboral, lloré cuando me despedí del team y de mi jefe quien hasta hoy es un gran gran amigo. Al final tuve que elegir porque no existían otras formas de trabajo remoto y yo sentía culpa y apego a mi hija enferma.

A los 3 meses de que nació la segunda me puse a buscar algo que fuera un BALANCE entre ser mamá y sentirme productiva pero sin dejar a mis hijas tanto tiempo. 

Afortunadamente para mi experiencia en ventas y maternidad llegué a Thermomix, decidí  vender un aparato de cocina maravilloso que costaba $24,000 en el 2017 y que sólo ganabas por comisión. Era una empresa conformada en su mayoría por mujeres y yo recuerdo llevar a mi bebé a las juntas y darle pecho ahí, sin juicios (porque la maternidad también está llena de juicios) yo me sentí muy muy feliz y estuve ahí muchos años porque había encontrado el equilibrio perfecto, Gané viajes y fui líder de ventas, ese trabajo me dio los ovarios para separarme y estaba muy empoderada hasta que de nuevo, pasó algo. 

Me dijeron que tenía Cáncer de Tiroides y como yo sólo ganaba por comisión, no tenía seguro de gastos médicos ni IMSS, aunque ya llevaba años así trabajando, no lo había necesitado. Al final me trataron en el Instituto de Cancerología y todo bien, pero 2021 fue un año de muchos aprendizajes para mí, de prioridades, de ahorros que no tenía y tiempo. 

Darte cuenta que el tiempo es lo más valioso que tienes.

Hoy, lo que más valoro es poder usar mi tiempo para estar con mis hijas, tener esa flexibilidad de acomodar ambas responsabilidades, pensando siempre en que soy su estándar y que la palabra educa pero el ejemplo arrastra. Así que si me ven un día en la ofi con ellas, no me juzguen, no será siempre y como a muchas mamás,  tal vez no tuve con quién dejarlas, pero ¿saben qué? Dentro de mí también es porque quiero que ellas vean y sientan orgullo de quién es su mamá. 

Ya he pasado por varias formas de trabajo: físico, intelectual presencial, por comisión, sin prestaciones, como freelance y más jajaja, al final de todo este viaje, lo que te puedo decir es que todo esto me ha hecho ser quien soy ahora y así fue como llegué a Licuadora y hoy lo estoy disfrutando. La pandemia ayudó a mejorar la aceptación social del trabajo remoto, desde pequeñas acciones como un short friday o hasta que te den el día, son una gran diferencia.

La independencia económica de una madre es muy importante tanto para lograr hacer nuestros sueños realidad como para mejorar el cuidado de los hijos, nos brinda salud mental, física, estabilidad emocional. 

En cualquier sociedad y no sólo con las madres, es  fundamental procurar el cuidado al cuidador,  para en caso de caer en cualquier tipo de violencia o situación tener dinero y poder actuar. 

La sociedad necesita más espacios de trabajo y líderes de empresas que faciliten e implementen formas de colaboración con las mamás, hoy en día agradezco contar con ese apoyo y tener ese equilibrio entre lo profesional y mi familia que es lo más valioso. SÍ SE PUEDE LOGRAR.