Sharahí Zamudio, CEO de Licuadora
Muchos de ustedes me conocen como la directora de Licuadora, la ingeniera industrial que a veces parece vivir en su propio mundo, “multitask”, acelerada, clavada en los números (¡ventas, ventas!), amante de los buenos mariscos (del plebe obvio), tequilas, chelas y un buen vino, que complementa las frases de con quien conversa antes de que las terminen, o que aveces “no complementa” (diría Karla Muñoz), con un carácter que puede ser tan fuerte como noble. Pero hoy quiero compartirme de una manera diferente, mostrándome tal como soy, detrás de ese título y esas etiquetas.
Mis Fracasos: Los Peldaños Hacia el Éxito
“Recuerda que a veces no obtener lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte”, decía Steve Jobs, y cuánta razón tenía. Mi vida ha estado llena de fracasos, errores que inicialmente parecían desastres, pero que con el tiempo se revelaron como mis mayores lecciones. Cada tropiezo, cada caída, ha sido un paso hacia el éxito que hoy disfruto. Tanto personal como profesionalmente.
Más que una Carrera: Un Viaje de Auto-descubrimiento
Con más de 20 años en la industria, he tenido que reinventarme una y otra vez. Comencé mi carrera como una líder principiante, cometiendo todos los errores posibles (¡todos!). Controladora, temerosa de delegar, por mencionar algunas cosas. Pero como bien dicen, cada error es una oportunidad para aprender algo nuevo. Y así lo hice. Evolucioné, crecí y aprendí a confiar en mi equipo. Hoy, dirijo a un grupo conformado por más de 50 personas y profesionales increíbles, y junto a mis tres socios, hemos creado algo extraordinario. Creo que lo que más me ha funcionado es dedicarle tiempo al diseño, para que después las cosas fluyan. Puede que me tarde en arrancar pero una vez que arranco, no hay quien detenga (bueno, algunas enfermedades o depresiones de vez en vez… )
Liderazgo: De la Restricción al Crecimiento
Mi viaje como líder me ha enseñado que la verdadera esencia del liderazgo no está en dirigir, sino en permitir que otros crezcan. He pasado de ser un obstáculo para mi equipo a ser su mayor impulsora. Ahora, mi mayor satisfacción es verlos desarrollarse, superarse y alcanzar sus propios éxitos. “La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”, decía Jobs, y parte de ese amor es ver crecer a quienes te rodean.
La Estabilidad Emocional: Mi Mayor Descubrimiento
Pero si hay algo que he aprendido y que valoro más que cualquier éxito profesional, es la importancia de la estabilidad emocional y el equilibrio en la vida. No importa cuántos logros acumules; si no estás bien contigo mismo, si no disfrutas de la vida, esos éxitos pierden su brillo. Y no, no se necesita llegar a los 40 (ok, 43) para darse cuenta de esto. Es una lección que espero compartir con cada miembro de mi equipo.
Conclusión: El Verdadero Éxito en Licuadora
Hoy, Licuadora no solo representa un logro profesional para mí; Mi bebé y único hijo al momento; es el reflejo de un equipo que ha aprendido a crecer juntos, a superar errores y a ser resiliente. Hemos creado más que una empresa: hemos construido un espacio donde cada uno es valorado, donde cada error es una lección y donde el éxito emocional es tan importante como el profesional.
A mis 40s, me re-invento no solo como líder, sino como persona en todos los aspectos. Y en este proceso, cada día es una nueva oportunidad para aprender, para crecer y, sobre todo, para disfrutar cada momento. En Licuadora, he aprendido que el verdadero éxito es mucho más que números y logros; es vivir una vida plena y significativa, tanto dentro como fuera de la oficina.